sábado, 19 de noviembre de 2011

Cacerolas expresión de protesta popular

Rafael Bello

El descontento

  Está en ascenso en la población venezolana. En sectores caraqueños vuelve por sus fueros como en otros tiempos la protesta con las cacerolas, las que suenan a rabiar con el mensaje del YA BASTA
   Hay ya una actitud colectiva para ponerle término a un régimen sin destino. A la muestra evidente del atraso en todos los sentidos. Pero además, de un delirante estado perturbador de la vida de la nación en actitudes contrapuestas al sentimiento de los habitantes. Esta es una nación con una identidad profunda con el trabajo, la creatividad y la búsqueda del bienestar. en otras palabras, con una población que cree en el ascenso social mediante el trabajo y el estudio, contrario a la perturbación de las posibilidades emprendedoras en la generación de riqueza. 
   La colectividad está en una actitud de cansancio y repulsa a la vez. De cansancio ante la farsa constante, el delirio atrabiliario con el derroche de los ingresos de la nación y el estado de carencia de los medios permisibles para el normal desenvolvimiento de la sociedad. Así el deterioro manifiesto de instalaciones, otrora envidiables de otras naciones. La infraestructura vial está en condiciones precarias y de allí el alto índice de accidentes con muertos y heridos sin precedentes. 
   El cansancio social se expresa ya con el retumbar de las cacerolas en demanda de está bueno. De no más. Ese es el mensaje con vigor de los pobladores de la Capital de Venezuela, de Caracas, la ciudad que no se detiene en los momentos cruciales de la historia en la defensa de su razón existencial: la libertad.





No hay comentarios:

Publicar un comentario